EDUCACIÓN UNIVERSITARIA: UN MOTOR PARA EL
DESARROLLO
La educación universitaria es ampliamente reconocida como un aspecto fundamental para impulsar el desarrollo económico y humano de las sociedades contemporáneas.
En las trayectorias educativas formales de las personas, la educación terciaria constituye un espacio estructurado para el cultivo del intelecto y de las capacidades humanas, consideradas necesarias para vivir en el contexto actual del mundo globalizado y dominado por los avances científicotecnológicos.
Aunque el debate sobre la función social de la educación universitaria se caracteriza por la diversidad ideológica, existe un alto grado de consenso entre distintas disciplinas académicas en que, en retrospectiva, el proceso acelerado de creación y aplicación de conocimiento ha sido la materia prima del progreso logrado por la humanidad en los últimos siglos, impactando la forma en que las personas viven, trabajan, consumen y se organizan política y socialmente.
Las instituciones de educación universitaria contemporáneas son una expresión del proceso de racionalización del funcionamiento de las sociedades. Su efecto ha devenido en una cultura académica, en la exploración permanente de conocimientos, transformando teorías y resultados empíricos en aplicaciones prácticas que generan nuevas maneras de realizar tareas, solucionan problemas, mejoran procesos, se hacen nuevos descubrimientos, y fungen como canal de difusión de nuevos paradigmas.